Mantener un portafolio con inversiones en acciones públicas causa considerable estrés en momentos como el actual. Los humanos somos adversos a las pérdidas y nuestro comportamiento cambia considerablemente entre periodos buenos y malos. La última década ha sido un excelente periodo para invertir en acciones internacionales. Los mercados financieros se recuperaron del choque inicial del COVID y 2021 fue un año fenomenal. El entusiasmo contagió los mercados con los criptoactivos, las acciones “memes” y los SPACs. En solo un año, ahora vemos un pesimismo considerable. ¿Qué debemos esperar nos depara el futuro?
Un académico renombrado por su trabajo en estos temas es Robert Shiller, ganador del Premio Nobel de Economía. Shiller define a las burbujas financieras como un fenómeno psicológico: las historias de éxito de especulación financiera contagian con exceso de confianza a los inversionistas. Por ende, los precios de los activos financieros se alejan del valor fundamental: la creación de valor económico duradero. Pero tiene una cara negativa: invertir durante una burbuja implica un rendimiento futuro de largo plazo menor. Por el contrario, los periodos posteriores a una burbuja son de ajuste y regreso a fundamentos. Los mercados pueden tomar un giro considerable a la baja y ahora presentan una oportunidad de compra. Nos gustaría contar con más información para tomar decisiones informadas sobre el presente y lo que se espera. Se hace énfasis en indicadores preparados por Shiller que nos pueden ayudar a contar este análisis.
El más conocido es el denominado Indicador Ajustado por Ciclos de la relación Precio-Utilidades o CAPE para las 500 empresas más importantes de la Bolsa de Estados Unidos. El CAPE divide el precio de mercado de las acciones entre las utilidades anuales obtenidas por la empresa (se hace un promedio de los últimos 10 años). A Enero de 2022, los precios promedio de las acciones son 39x veces mayores a las utilidades anuales. Una empresa sin crecimiento tardaría 39 años en generar suficientes utilidades para cubrir el precio pagado, que suena muy caro. Más aún, el CAPE subió considerablemente desde Marzo 2020 (se encontraba en 24x) y está muy por encima del promedio de los últimos 32 años (alrededor de 26x). La última vez el CAPE estuvo en niveles similares fue durante la burbuja dotcom. Shiller encontró que periodos donde el CAPE es más alto son seguidos por periodos de menor rendimiento (los mercados se ajustan de las burbujas). Preliminarmente, el CAPE actual nos daría una lectura pesimista de la situación actual. Sin embargo, no podemos saber con seguridad si nos depara un ajuste considerable o una corrección menor.
Antes de usted que tome una decisión, Shiller presento otro indicador el año pasado, denominado el CAPE Inverso Ajustado. Este indicador básicamente invierte la relación precio utilidades para hacerla una aproximación del rendimiento obtenido anual y la compara con la inversión en bonos como alternativa libre de riesgo. Los periodos donde el CAPE Inverso es más bajo corresponde a los periodos de burbujas y es menos conveniente invertir en acciones; siendo preferible la renta fija o buscar otras alternativas.
A enero de 2022, el CAPE de 39x se invierte (1/39), o sea el rendimiento anualizado de las acciones de 2.6%. Se compara con la alternativa: los Bonos del Tesoro a 10 años, cuyo rendimiento es 1.63%. Sin embargo, mientras los rendimientos de los bonos no protegen de la inflación, las utilidades de las empresas si ofrecen una protección parcial. Las acciones se deben comparar con el rendimiento real de los bonos, obtenido al restar el rendimiento nominal menos la inflación. La situación actual es muy particular pues la inflación es mayor a las tasas de interés y los bonos pagan una tasa negativa de rendimiento. Shiller estima la inflación anual en 2.13%, por lo que el rendimiento real de los bonos es de -0.5%. El CAPE Inverso Ajustado es 2.6% menos -0.5%, o sea 3.1%. ¿Cómo se compara con los últimos 32 años? Sorprendentemente, el CAPE promedio es 2.5%, por lo que la situación no necesariamente indica que el ajuste que nos espera en los mercados sea demasiado agresivo ni generalizado. Algunos inversionistas están señalando que hay acciones y activos inversiones a precio muy favorables.
Este autor encuentra que además el CAPE Inverso es particularmente valioso para plantear escenarios futuros: ¿Qué pasará cuando la Reserva Federal suba las tasas o si la inflación actual es persistente en el largo plazo? En una entrega futura se presentará un análisis de escenarios alimentado por este indicador y sus componentes.
El autor es economista y Profesor de Finanzas en la Escuela de Negocios del ITESM Campus Monterrey. Se agradecen comentarios a: rfenton@tec.mx